domingo, 27 de enero de 2013

La Transición, un cuento de hadas



El 36 aniversario de la matanza de los abogados de Atocha vuelve a poner de relieve que la Transición no fue el período modélico y pacífico del que se presume. 188 personas murieron por “violencia política de origen institucional”.
ALEJANDRO TORRÚS Madrid
El 24 de enero de 1977, Alejandro Ruiz, abogado laboralista de Comisiones Obreras, acudió como cada día al local que el sindicato tenía en la céntrica calle de Atocha. Nada sería igual desde entonces. Ruiz se encontraba en una reunión con otros ocho compañeros. En el ambiente de la ciudad se respiraba el miedo. Ellos sabían que en la España de la época corrían peligro. Pero nadie imaginaba algo así. A las 22.40 horas de la noche un grupo de tres pistoleros asaltó el despacho. Preguntaron por Joaquín Navarro, histórico líder de Comisiones Obreras. No estaba. Desde entonces, nada fue igual.
“Nos agruparon en una esquina del hall del despacho y sin mediar palabra se liaron a tiros con nosotros. Era evidente que fueron a matarnos. Los altos teníamos tiros en el corazón y los bajos en la cabeza. Una vez que estábamos en el suelo nos intentaron dar el tiro de gracia. Yo salvé la vida porque tenía un bolígrafo en la camisa y me rebotó la bala. Me abrió una herida pero no tocó hueso y cuando nos dieron los tiros de gracia a mi sólo me hirieron en la pierna derecha porque era lo único que no ocultaba el cuerpo de mi compañero Enrique Valdevira, cuyo cadáver tuvo que levantar para sobrevivir”, rememora para Público Alejandro Ruiz, abogado superviviente de la matanza de Atocha.
De los nueve abogados que se encontraban en la sala cinco murieron en el acto: Luis Javier Benavides, Enrique Valdelvira, Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez. Cuatro lograron salvar la vida: Luis Ramos, Miguel Sarabia, Dolores García y el propio Alejandro.
“Salvé la vida porque la bala impactó con un boli que guardaba en mi camisa”, recuerda Alejandro
El mismo 24 de enero, horas antes de la matanza de Atocha, un bote de humo lanzado por la Policía impactó en la frente de la estudiante universitaria Mariluz Nájera, causándole la muerte. En ese momento, Mariluz se encontraba en la manifestación protesta por el asesinato de otro joven estudiante un día antes: Arturo Ruiz, quien fue tiroteado por un grupo de extrema derecha durante una manifestación que pedía la amnistía para los presos políticos que aún estaban encarcelados.
“La Transición no es el cuento de hadas que nos cuentan. Cada vez que había una fecha decisiva para el cambio político se recrudecía la violencia política en la calle. El objetivo era que la calle no fuera de izquierdas, así como controlar el proceso sin tocar a los franquistas ni los grandes capitalistas. Se pretendía desestabilizar y frenar el proceso democrático”, analiza Mariano Sánchez, autor de la obra La Transición Sangrienta (Península).
Los datos que aporta Mariano Sánchez en su obra son demoledores. Entre 1975 y 1983, se produjeron 591 muertes por violencia política (terrorismo de extrema izquierda y extrema derecha, guerra sucia y represión). De ellos, nada menos que 188 de los asesinados, los menos investigados, entran dentro de lo que el autor denomina violencia política de origen institucional. Es decir, los asesinatos “desplegados para mantener el orden establecido, los organizados, alentados o instrumentalizados por las instituciones del Estado”, explica Mariano Sánchez.
“Un ejemplo: al estudiante Arturo Ruiz lo mató un miembro de los guerrilleros de Cristo Rey de los que ayudaban a la policía a reprimir las manifestaciones. Es lo que entonces se llamaban grupos de incontrolados”, agrega.
La investigación llevada a cabo por Mariano Sánchez detalla el origen de cada uno de los 591 asesinatos. Los grupos incontrolados de extrema derecha causaron 49 muertos; los grupos antiterroristas asesinaron a 16 personas, principalmente del en torno de ETA y el GRAPO; la represión policial le costó la vida a 54 personas; 8 personas fueron asesinados en la cárcel o en comisaría; 51 murieron en enfrentamientos entre la Policía y los grupos armados; ETA y el terrorismo de izquierdas asesinó a 344 y el GRAPO a 51.
Y un dato más. Sólo en 1977, la policía cargó contra 788 manifestaciones en España, el 76% del total. Había que controlar la calle porque, no hay que olvidar, la vía pública tenía un dueño. “El orden público fue un factor determinante de la Transición. Sirvió para frenar a la izquierda, que entró en el juego y renunció a las calles, donde se producían las reivindicaciones más fuertes. El cambio del franquismo a la democracia debía hacerse con el menor coste político y económico”, explica Sánchez.
El asesinato de Yolanda González
La violencia no cesó tampoco una vez aprobada la Constitución. En 1980, 30 personas fueron asesinadas por “violencia política de origen institucional”. Entre los numerosos atentados quedó grabado en la memoria el secuestro y asesinato en Madrid de la dirigente estudiantil Yolanda González, militante del trotskista Partido Socialista de los Trabajadores, un pequeño grupo político que provenía de una escisión de la Liga Comunista Revolucionaria.
Yolanda, de apenas 18 años, fue secuestrada y ejecutada por un comando fascista compuesto por militantes de Fuerza Nueva, comandado por Emilio Hellín Moro, y organizado por el jefe de seguridad del partido de Blas Piñar. “La asesinaron y dejaron su cuerpo tirado en una carretera comarcal. Le quitaron la vida un tiro en la sien disparado por Hellín Moro, quien hoy vive plácidamente, a pesar de haber de que fue condenado a más de treinta años por el asesinato y secuestro de Yolanda”, escribe Sánchez.
Yolanda González fue secuestrada y asesinada por militantes de Fuerza Nueva
La indulgencia de la justicia con los asesinos de extrema derecha de la Transición fue la tónica habitual. “Hay que partir de la base que los encargados de investigar los terrorismos era la misma gente que antes estaba en la Brigada Político Social de Franco. No se hizo una limpieza en las instituciones. Si la gente es la misma los resultados eran parecidos”, aprecia Sánchez.
Una vez más, Atocha
La connivencia de la Justicia con los asesinos de ultraderecha se ejemplifica, una vez más, con el caso de la matanza de Atocha. Antes incluso del comienzo de la vista, el juez instructor del caso, Gómez Chaparro-que provenía del Tribunal de Orden Público- concedió un permiso de fin de semana a Fernando Lerdo de Tejada, sobrino de una secretaria de Blas Piñar (fundador de Fuerza Nueva) e imputado en la causa por asesinato.
Lerdo de Tejada jamás regresaría a la cárcel de Ciudad Real y, hasta hoy, permanece desaparecido. Su delito prescribió en febrero de 1997. Los otros dos imputados por el asesinato de los abogados, Fernández Cerrá y García Juliá, sí fueron juzgados y condenados, cada uno, a 193 años de cárcel. Además, el secretario provincial del Transporte de Madrid, Francisco Albadalejo Corredera, fue condenado a 73 años de prisión por haber dado la orden.
Los asesinos de Atocha cumplieron 14 y 15 años de cárcel de una condena de 193
Apenas 14 años después de aquella noche de enero de 1977, en el año 1991, García Juliá obtuvo la libertad condicional. No obstante, su estancia en libertad duró poco tiempo. El 11 de mayo de 1996 era detenido por la policía boliviana bajo la acusación de tráfico de drogas. Por último, Fernández Cerrá cumplió 15 años de cárcel y salió con la condicional en 1992.
Nunca se investigó más arriba de Albadalejo. Las sospechas de que el asesinato fue organizado desde élites políticas cercanas al franquismo han circulado siempre entre los abogados supervivientes y su círculo. Sin embargo, nunca se investigó. “La investigación judicial impidió saber quien estaba detrás de los asesinos. Se impidió una investigación mayor que, probablemente, hubiese unido a estos asesinos a partidos de extrema derecha y a algún sector ultra del franquismo”, asegura Alejandro Ruiz, quien afirma que aun hoy hay gente reticente a reconocer que este atentado fue alentado por sectores del Estado.
“Nos movemos en un tiempo muy difícil entre la memoria y el olvido, pero sin memoria no se puede tener futuro. La democracia le costó la vida a cientos de personas. No fue fácil llegar hasta aquí ni construir una democracia en la que todos tenemos cabida. Recordémoslo”, sentencia Alejandro Ruiz.
http://www.publico.es/449628/la-transicion-un-cuento-de-hadas-con-591-muertos

La transición española  fue un engaño con la complicidad del PCE y PSOE
Que no te cuenten otra historia
Preguntas: ¿De dónde sale el Rey? ¿Suárez? ¿Cómo se parió la Constitución de 1978? ¿Cuál fue el papel del PCE? ¿Y el PSOE? ¿Santiago Carrillo? No podemos olvidar el pasado, aprender de la memoria histórica para armar las luchas del presente.

Entrevista con Alfonso Álvarez, Secretario General de la CNT


El secretario de la CNT nos deja su reflexiones sobre aspectos como el sindicalismo, las reformas laborales o la situación social actual, y como combatirlas.
Primero de todo, por si hay algun lector al que le llega el periódico, puedes explicarnos que es la CNT y en qué consiste su modelo sindical?
La CNT es un sindicato, pero un sindicato de ideas anarquistas, hacemos anarcosindicalismo. Eso quiere decir que a través de la defensa de los intereses de los trabajadores, intentamos construir un movimiento social lo suficientemente amplio y fuerte como para propiciar una transformación radical de la sociedad. Nuestro modelo sindical se basa en tener un organización completamente autónoma, sin influencia de ningún agente externo al propio sindicato. Por tanto, eso implica también que nos financiamos solamente a través de las aportaciones de nuestros afiliados. Creemos firmemente en la toma de decisiones horizontal y lo aplicamos en nuestras estructuras internas pero también en la acción sindical. Por lo tanto, rechazamos cualquier forma de participación electoralista que nos ofrezca representatividad o poder sobre los trabajadores. Pero si hubiera que buscar una sola característica del anarcosindicalismo, yo diría que es el significado que para nosotros tiene la solidaridad. Para la defensa de un solo compañero, somos capaces de poner en marcha a toda la organización. Buscar la solidaridad de los trabajadores y su cohesión frente a los ataques del capital es lo más importante.
Cómo afectan las recientes reformas laborales a la CNT? Pone más trabas a nuestra forma de hacer sindicalismo?
Es evidente, que cualquier reforma que le dé aún más poder al empresario para despedir con más facilidad y más barato, complicará no sólo nuestra acción sindical, sino la de cualquier otro sindicato. Si a la pérdida de derechos sociales y laborales se le une el aumento de la represión, los trabajadores tienen cada vez menos posibilidades de hacer acción sindical en la empresa. Probablemente, en los tiempos que vienen, el sindicalismo fuera del paraguas de los sindicatos oficiales estará más perseguido aún y se intentará erradicar por todos los medios. Además, la crisis ha hecho que muchos trabajadores crean que la manera de defender su puesto de trabajo es agachar la cabeza aún más. Volvemos al siglo XIX a marchas forzadas.
Podría explicar cómo afectan las dos últimas reformas laborales a las mujeres?
Las reformas laborales han afectado a todos los trabajadores, en particular a los que tienen un empleo más precario y por tanto, a las mujeres. Contratos con período de prueba de un año y sin indemnización, o permitir las horas extras en los contratos a tiempo parcial, perjudican a todos, pero especialmente a las mujeres. Además, la última reforma dificultará que se hagan efectivas la mayoría de las medidas de conciliación e igualdad previstas con la Ley de Igualdad. Pero la situación real del trabajo de la mayoría de mujeres es mucho peor de lo que la ley establece, incluso con las últimas reformas. Trabajo sin contrato, horarios y jornadas a plena disposición del empresario, sueldos de 300 o 400 euros por 40 horas semanales y cosas aún peores. En una buena parte del mundo del trabajo, la ley, aunque mala, va por un sitio, y la realidad de lo que se vive en las empresas, por otro muy distinto.
Perspectivas de futuro a corto y mediano plazo : cómo crees que la CNT quede aumentar su influencia entre los trabajadores?
En principio lo más importante es que la CNT debe ser una organización de trabajadores. Trabajadores militantes, trabajadores afiliados, trabajadores normales y corrientes que vienen a la CNT porque han llegado a pensar que aquí hay una forma diferente de lucha. Si conseguimos esto y no nos consideramos ninguna reserva espiritual, ni le pedimos a la gente que se aprenda el catecismo anarquista antes de afiliarse, ni nos sentamos en la mesa camilla de los sindicatos a discutir sobre los tiempos gloriosos, estaremos en el buen camino. No sé como será el futuro, pero desde luego estaremos mirando y caminando hacia ese futuro.
Los sindicatos de concertación han tenido un papel importante en el actual descrédito de la organización sindical en los puestos de trabajo. Cómo crees que se podria recuperar dicha importancia?
Es evidente que las políticas pactistas, sumisas y financiadas por el estado que han llevado los sindicatos oficiales, han producido ese descrédito, y por extensión, ahora todo aquello que se llame sindicalismo está cubierto de una grasa de corrupción, entreguismo, y desilusión. Creo que la única forma de cambiar esta situación es actuar de otra manera: hacer un sindicalismo que esté en manos de los trabajadores y no de las estructuras; un sindicalismo que se base en la solidaridad y no en las urnas ni en los despachos ni en las subvenciones; un sindicalismo de trabajo y esfuerzo, no de horas pagadas por la empresa. Un sindicalismo que vuelva a sus orígenes y sus prácticas.
Cómo luchar en un contexto cómo el actual: altos índices de paro y un mercado laboral flexible?
Me gustaria tener una respuesta contundente para esto, pero es dificil. Como decía antes, la acción sindical abierta y pública está en la diana de políticos y empresarios, que saben que la conflictividad seguirá aumentando y que a pesar de todo, muchos trabajadores buscarán otras vías diferentes a los oficiales. No obstante, desde CNT se están consolidando secciones sindicales y este trabajo continuado en muchas empresas está tenido éxito, unas veces a través de la acción directa y otras en los tribunales. Cuando no pueden constituirse secciones sindicales porque el empresario despide directamente, es el conjunto del sindicato el que actúa, como decíamos a través de la solidaridad. Es evidente que si continúa aumentando la represión, también se irán generando otras formas de lucha, nuevas o viejas, para hacerle frente.
Cuál es el papel de la CNT en la actualidad? (Dónde existe un vacío en el campo sindical).
Vacío sindical existe y no pequeño. Si en las últimas movilizaciones que se han hecho en este pais, los sindicatos que estamos al margen de los oficiales, hemos conseguido reunir a una cantidad importante de trabajadores a nuestro alrededor, quiere decir que estamos en el buen camino. CNT demuestra día a día que el sindicalismo que practicamos funciona. Y que nuestro discurso y nuestra práctica son coherentes. Ahora tenemos por delante mucho camino por recorrer, para aumentar nuestra implantación, hacernos más visibles y mejorar otros muchos aspectos, pero creo que el camino es el bueno. ¿Cómo continuar? Con mucho trabajo, mucha formación militante e intentar convertirnos en un referente sindical en la sociedad y que nuestros militantes tambien lo sean donde quiera que estén. Muchísimo trabajo, muchísimo compromiso y correr riesgos.
En el marco actual, con las movilizaciones del 15M, el descrédito hacia las estructuras políticas, económicas actuales, cómo puede la CNT volver a ser el referente de lucha y transformación social que fue?
Yo creo tanto el movimiento 15 M o las movilizaciones del 25 S nos enseñan por donde van a ir las cosas a nivel social. Gran parte de la gente activa que hay en este pais plantean una crítica al poder, a la politica y al sistema económico que coinciden plenamente con los principios de nuestra organización. Y de hecho, creo que un número creciente de personas que hacen una crítica radical al sistema, se acerca, o al menos toma contacto con CNT. Esta mezcla está creando a su vez, un proyecto de convivir y trabajar juntos desde diferentes posturas y perpectivas ideológicas que nos debería enseñar muchas cosas a los cenetistas. De un magma similar, salvando las diferencias que son muchas, nació Solidaridad Obrera y también la CNT. De nada sirve enrocarse sobre nosotros mismos y de nada sirve una organización endogámica que solo se relacione con sí misma. Tenemos mucho que proponer y que defender, a cambio, claro está, de trabajar mucho.
Aspectos a destacar del X Congreso, que destacarías como positivo paera el conjunto de la confederación?
Pues que la CNT apostó claramente por ser un anarcosindicato y dejar de ser una muestra fosilizada de lo que algunos han entendido mucho tiempo por anarcosindicalismo. Hemos comenzado a salir del plano exclusivamente ideológico, unido a acciones supuestamente revolucionarias y estamos en el camino de construir a en una organización que sea una verdadera herramienta para los trabajadores, que sirva para defender los derechos del conjunto de la clase trabajadora y al mismo tiempo, que nos ayude a cambiar la sociedad.
Después de estos dos años, desde la realización del X Congreso, puedes hacernos una valoración de si se ha llevado a cabo lo que alli se decidió?
Bueno, algunas cosas se han llevado a cabo y otras solamente se han puesto en marcha. En el plano de la acción sindical creo que se está caminando claramente en el camino que planteaba el congreso. La organización se ha puesto en marcha para enfrentar de forma seria la acción sindical en la empresa. En lo que se refiere a la acción social, por el tipo de labor sindical que llevamos a cabo y la gran cantidad de movilizaciones que se han hecho en estos dos últimos años, la visión que tienen muchos colectivos sociales sobre la CNT ha dado un giro sustancial. Además, como señalaba el congreso, hemos avanzado en las fórmulas de economía alternativa y se está gestando la REAL (Red de Economía Alternativa Libertaria). Se ha fortalecido también la parte jurídica, con la creación del Gabinete Técnico Confederal, aspecto que también aparecía en el congreso. En lo relativo a Cultura, también está funcionando el Grupo de Trabajo de Memoria Histórica. En el plano de la formación creo que es incontestable que se ha hecho un trabajo extraordinario, considerando además que en esta tarea partíamos desde cero. Creo que si se continúa la labor de formación, una vez se consolide, marcará un antes y un después en la organización. A nivel organizativo aún se siguen desarrollado trabajos que mandataba el congreso, como el nuevo carné confederal.
En referencia a la huelga general del 14N, cómo la valoras personalmente?
Pues como huelga general, es evidente que no hubo un 90% de participación, pero como dia de lucha creo que hay que valorarla muy positivamente, sobre todo desde nuestro punto de vista. Solo hay que echarle un vistazo a la participación en las manifestaciones convocadas por nuestra organización junto al resto del sindicalismo mas combativo para darse cuenta de que la temperatura social está cambiando. Está claro que no es la revolución ni siquiera está cerca. Pero nos muestra una senda a seguir. Me parece que quien no quiera ver esta realidad, es porque se está poniendo una venda en los ojos.
Cuáles serían las condiciones para poder convocar una huelga general al margen de CCOO y UGT?
Hacer una convocatoria de este tipo al margen de los sindicatos oficiales es muy complicado. Pero a pesar de todas las dificultades, yo cada vez tengo mas claro que hay que intentarlo, aglutinando la capacidad de trabajo conjunto que se ha mostrado en las últimas movilizaciones desde el ámbito sindical y social. Buscando el máximo de unidad de acción entre todos aquellos que no estamos de acuerdo con el sindicalismo institucional . Una convocatoria de ese tipo necesita de todo un trabajo de agitación y confrotación social que hay que organizar muy bien. Por nuestra parte, en CNT, para afrontar una huelga general sin los oficiales, necesitariamos una gran cohesión interna y que toda la organizacion apostara por esa opción sin fisura alguna.
Parece que las huelgas generales han perdido parte de su función, hecho que lleva al debate sobre su utilidad. En qué momento situaría el cambio de gran prueba donde se va a por todas, a su forma actual?
Las huelgas generales no han perdido su función, pero hay que tener en cuenta que si pierden el carácter de indefinidas y se limitan de entrada, a un sólo día, pierden su fuerza y se transforman en simbólicas, desde el punto de vista de la presión efectiva que se consigue. No obstante, a pesar de todo, siguen siendo la máxima muestra de oposición social a la política del gobierno de turno y la mejor forma de comprobar la tensión de la clase trabajadora. Ahora bien, no tiene sentido comparar la agresión de que estamos siendo objeto y la débil respuesta que somos capaces de articular. Si te estan disparando cañonazos, no puedes defenderte con flechas de madera. Lo que ahora esta ocurriendo necesita una respuesta radical por parte de los trabajadores, donde ponga en cuestión claramente el estado y el sistema económico. Necesitamos trabajadores más conscientes, mucho mejor formados y dispuestos a arriesgar lo que haga falta por ganar la libertad la dignidad y el futuro.
  

viernes, 18 de enero de 2013

La Partida del Raya


Grupo dirigido por Antonio Raya González “el Raya” nacido en 1916 en el malacitano pueblo de Bobadilla, junto a él, encontramos a Antonio “Antonillo el chofer”, José Ávila Márquez, Miguel Bernal León “José Pérez Pareja”, José Esteban Girona “Piznote”, Enrique García Gijón, José María García Orihuela “el Chico”, José Luna Aguilera, Antonio Moya Biedma, Miguel Recio Martínez, Rafael Román Romero “el Nene”, Cecilio Salazar San Juan, Juan Sandoval Fernández “el Peque” y Antonio Zafra. También tenemos la referencia de un tal Márquez, aunque posiblemente sea José Ávila Márquez.
  Este grupo estuvo compuesto exclusivamente por libertarios de las provincias de Málaga y Granada, y si exceptuamos sus principios, en los que actuó en la serranía de Ronda, podemos decir que era un grupo de guerrilla urbana mas que rural, pues principalmente actuó en la capital malacitana y después, a partir de junio de 1941, en la granadina. Alternarán atracos con secuestros, también ejecutarán a un cabo de la guardia civil en el café del gallo, en Málaga, por ser uno de los responsables de la muerte de la madre de “el Raya”. Poco después de este hecho, en la calle Juan Padilla de dicha capital, será cercado por fuerzas gubernamentales, aunque conseguirá huir tras conseguir abrir un boquete en la pared y pasar a otros edificios contiguos. Otra noche que la partida se halla cenando en un cortijo, llega una patrulla de falangistas, que serán desarmados y desnudados, para posteriormente mandarlos a Vélez-Málaga a dar notificación del hecho.
  Una vez trasladado a Granada, la primera acción de la que se tiene noticia es el 24-1-1942, consistente en el atraco a la delegación municipal de cerillas y fósforos, el 6 de abril, el lugar atracado será el matadero municipal y posteriormente la empresa Constructora Internacional.
  Tras la detención de la compañera de uno de los integrantes de la partida, la policía llega a conocer uno de los lugares de reunión del grupo, se trata de una barbería el la plaza de Mariana Pineda, en Granada capital. El 12 de junio, tras preparar el operativo, asaltan el lugar y en el posterior tiroteo perdieron la vida Antonio Moya y José Ávila, Cecilio Salazar resultó herido aunque fue posteriormente detenido, al igual que Enrique garcía y José Esteban.
  Finalmente, el 22 de junio de 1942, en la taberna Vílchez de la Plaza Nueva, primero fue detenido Juan Sandoval, al que obligaron a esperar a Antonio Raya, con quien había quedado, este llegó sobre las cinco de la tarde, aún le dio tiempo a ver que algo iba mal y sacar el arma, tras el tiroteo, además de un agente herido, Antonio Raya recibió dos balazos en el tórax, que fueron los que le mataron durante su traslado al hospital.

 Fuentes: La oposición al franquismo en la Andalucía Oriental (H. Heine y J.M. Azuaga), La resistencia libertaria (Cipriano Damiano) e Hijos de una guerra (Jorge Marco).

lunes, 14 de enero de 2013

HOY SE CUMPLEN 19 AÑOS DE LA MUERTE DE FEDERICA MONTSENY


Federica Montseny nace en Madrid el 12 de febrero de 1905, a causa del destierro sufrido por sus padres tras el Proceso de Montjuïc en 1898. Su padre fue el famoso publicista anarquista Federico Urales y su madre la no menos famosa Soledad Gustavo, abanderada del feminismo libertario español. Ambos eran escritores y propagandistas anarquistas.
Federica fue la pequeña y cuarta hija del matrimonio. La precedieron tres hermanos, dos chicas y un chico. Siendo muy jóvenes, murieron su hermano y una de sus hermanas. A pesar de las dificultades por las que tuvo que pasar su familia, Federica reconocería que su infancia fue feliz.
Debido a la defensa que sus padres hacía de sus ideales sociales, su vida siempre transcurrió en el campo, rodeada de gallinas, vacas y patos. Cultivaban la tierra y tanto ella como su hermana eran educadas en el propio hogar. Su madre, maestra titulada, les enseñaba a leer y escribir según sus criterios ideológicos en contacto con la naturaleza. Las normas son estrictas, la higiene corporal y la gimnasia requeridas. La enseñanza iba acompañada de largos paseos campestres durante los cuales se realizaban prácticas de botánica y geología.
Federica gozaba de libertad para acceder a la biblioteca familiar y ella misma escogía sus lecturas. Poco a poco se va impregnando de la moral libertaria que rige la casa familiar.
En 1913 los Montseny son de nuevo desterrados, abandonando Madrid e instalándose en las afueras de Barcelona, en Horta concretamente. Pasados los años de adolescencia, Federica comienza a asistir a unos cursos de la Facultad de Letras de la Universidad de Barcelona y a una escuela de idiomas mientras ayuda a sus padres en la edición editorial.
Comienza a colaborar en revistas ácratas del momento, como 'La Novela Roja', 'Nueva Senda' o 'Acción Social Obrera'. Anima a su padre a sacar la segunda época de la 'Revista Blanca', que comienza a publicarse quincenalmente. También salen a la luz 'La Novela Ideal', de edición semanal o 'La Novela Libre' de periodicidad mensual. Asimismo, colabora sistemáticamente como redactora en 'Solidaridad Obrera'.
Publica su primera novela en 1927, titulada 'La Victoria'. En ella plantea la liberación de la mujer renunciando a formar una pareja. Escribió una segunda parte titulada 'El Hijo de Clara'(1929), donde mantiene la opinión de renuncia al hombre, pero no al hijo. En estos años Federica escribe innumerables novelas cortas, que se publicaran en 'La Novela Ideal' o en 'La Novela Libre'.
Se afilió a la CNT y al Sindicato de Intelectuales y Profesiones Liberales de Barcelona, desde donde desarrolló una larga y profunda campaña de denuncia de la situación de la clase obrera. Sus conferencias en los Ateneos y Sindicatos se contabilizan por cientos. Su verbo cálido y vibrante hace de ella una gran oradora.
Durante una de sus visitas a su padre en la cárcel, conoció a un compañero también detenido, Germinal Egleas. En 1930 unirían sus vidas y en 1933 nace su primera hija, una niña bautizada con el nombre de Vida.
Los años de la República son años de gran agitación social en los que Federica se convierte en una de las personalidades libertarias más importantes. Sus intervenciones se multiplican, sus artículos se leen con pasión y sus discusiones con otros libertarios son seguidas con gran interés.
El estallido de la guerra como consecuencia de la sublevación militar, lanza a Federica a un activismo que no decayó en ningún momento hasta el final de sus días. A comienzos de julio de 1936 ingresa en la FAI (Federación Anarquista Ibérica), donde ocuparía rápidamente puestos de responsabilidad en el Comité Peninsular.
En noviembre de 1936, el gobierno de Largo Caballero, ante la situación de dificultad que atravesaba la República con el ejército sublevado cercando Madrid, ofrece a la CNT y a la FAI entrar a formar parte del Gobierno con cuatro carteras ministeriales. Muchas fueron las discusiones en el seno del movimiento libertario antes de tomar una decisión, que finalmente fue positiva.
Federica fue nombrada titular del llamado Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, junto a sus otros tres compañeros que ocuparían el resto de carteras ministeriales: Juan Peiro, Garcia Oliver y Juan López. Se convierte así en la primera mujer que alcanza un cargo ministerial en la historia de Europa.
En los escasos meses que ocupó el ministerio, Federica Montseny se rodeó de un plantel de colaboradores magnífico, formado por Mercedes Maestro de UGT como subsecretaria de Sanidad, la doctora Amparo Poch y Gastón como directora de Asistencia Social o el doctor Maestre Puig.
Se crearon las Casas de Reposo para combatientes, los hogares infantiles, los liberatorios de la prostitución, las casas de solidaridad, las casas para ciegos, y lo que sin duda fue más importante: la aprobación de una ley sobre el "derecho a la interrupcion artificial del embarazo". España permitía así el aborto muchos años antes que ningún país del mundo. La labor de Federica al frente del ministerio no sería, sin embargo, todo lo eficaz que ella hubiera deseado.
En el mes de mayo de 1937 dimite el gobierno de Largo Caballero y por consiguiente los ministros libertarios, como consecuencia de los sucesos de mayo en Barcelona. Federica vuelve a sus ocupaciones anteriores en el Comité Nacional de la CNT. Al igual que hizo siendo ministra, regresó a Madrid a pesar de recibir órdenes de establecerse en Valencia. Se estableció en el Ministerio de la Guerra, junto al General Miaja y Margarita Nelken. Alli permaneció en los sótanos del edificio. Recorría las trincheras y animaba al pueblo de Madrid a resistir ante el ejército rebelde. Su voz se escucha desde la radio y los combatientes vibraban con ella. Son meses frenéticos, que desembocan en su huida a Francia ante la inminente caída de Cataluña en manos del ejército franquista.
En febrero de 1939 escapa hacia la frontera francesa con sus dos hijos y su madre enferma, la cual moriría nada más pasar la frontera. Su padre, Federico Urales, es encerrado en la cárcel, al declararse anarquista y su compañero Germinal Egleas, es internado en un campo de concentración. Federica consigue sacar a su padre de la cárcel e internarle en una residencia de ancianos. Después de infinidad de peripecias, logra reunirse la familia, pero las autoridades colaboracionistas francesas la someten a juicio para responder a la petición de extradición del gobierno español. Se salva de ella al estar esperando un hijo, una niña a la que llamará Blanca.
Instalada definitivamente en Toulouse, como tantos y tantos exiliados españoles, siguió trabajando por sus ideales, publicando y dirigiendo periódicos como 'Espoir'.
Tras la muerte de Franco y después de la legalización de la CNT, volvió esporádicamente a España, donde se dirigió de nuevo como oradora a las muchedumbres, que esperaban escuchar a la luchadora de siempre.
En 1987 publica sus memorias 'Mis primeros cuarenta años'. En ellas habla de sí misma y de sus compañeros, que encarnan a miles de luchadores anónimos, sin los cuales no se hubiera podido escribir y realizar la primera revolución genuinamente popular que el mundo moderno ha conocido y que se llevó a cabo durante la Guerra Civil Española. Sin duda, esa ha sido la gran aportación que los libertarios españoles legaron a la historia social de Europa.
Federica Montseny Mañé falleció el 14 de enero de 1994 en Toulouse, Francia.

domingo, 13 de enero de 2013

Nuestra memoria viva



Movimiento Ibérico de Liberación (MIL) y Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista (GARI) por Miguel A. Moreno
Los GARI fueron unos grupos autónomos que existieron en Francia y España en los años 1974 y 1975 y que actuaron después de la detención de los militantes del MIL y sobre todo a partir de la condena a muerte y ejecución a garrote vil a Puig Antich. Después de la disolución del MIL, decidieron seguir combatiendo formando y potenciando pequeños grupos autónomos, sin siglas, anónimos, buscando la manera de coordinarse, a partir de la acción. Consideraban que ése era el tipo de organización eficaz, contra la dictadura y el Capital, la manera menos vulnerable de combatir al Estado franquista. La idea era intervenir en las luchas, en sintonía con las luchas obreras y populares y en sintonía con el entusiasmo revolucionario de acabar con Franco y su principito. Eran principalmente estudiantes en rebeldía contra el Estado en sus diferentes formas (Dictadura, militares,trabajo, universidad, familia, Capital, Medios de información, violaciones de los derechos más elementales). Muchos provenían del entorno libertario. Los franceses estaban relacionados con los exiliados españoles de la CNT por lazos familiares o por afinidad. Otros, como el Grupo Primero de Mayo, provenían directamente de la CNT.
http://www.mil-gac.info/spip.php?page=sommaire_es


jueves, 10 de enero de 2013

Casas Viejas un crimen de estado


11 Enero 1933: Ocurrió en Casas Viejas
La choza ardió. Antes de comenzar el fuego ya habían muerto dentro el anciano Seisdedos y su hijo Perico. El incendio acabó con la vida de otras cuatro personas: Paco Cruz (también hijo de Seisdedos), Manuela Franco, Manuel Quijada y Jerónimo Silva; antes habían ametrallado a Manuela Lago, de 17 años, y Francisco García, de 18. Serían las tres de la madrugada. El pueblo enmudeció de nuevo. Los guardias pasaron por la fonda y comieron y bebieron. La masacre se saldó con 21 muertos entre asesinados y quemados vivos. Con la "izquierda" pactaron la Ley del Silencio. Incluso al pueblo le quitaron su nombre para que nadie pudiese recordar. Casas Viejas pasó a llamarse Benalup. El presidente del gobierno era Manuel Azaña. El ministro de la Gobernación, Casares Quiroga
La masacre se saldó con 21 muertos entre asesinados y quemados vivos. Con la "izquierda" pactaron la Ley del Silencio. Incluso al pueblo le quitaron su nombre para que nadie pudiese recordar. Casas Viejas pasó a llamarse Benalup. El presidente del gobierno era Manuel Azaña. El ministro de la Gobernación, Casares Quiroga
"Fuerza aquí: guardias civiles, 25; de Asalto, 12. No se necesita más fuerza. El pueblo tranquilo, salvo la casa indicada, en la que no se sabe cuántos puede haber, siguiendo cercada".
Fernández Artal envió un telefonema con ese mensaje a Cádiz, al gobernador civil, la noche del 11 de enero de 1933. Tenía controlada la situación en Casas Viejas. Por la mañana, los anarquistas habían asaltado el cuartel de la Guardia Civil y habían herido mortalmente a dos guardias (murieron después) pero la llegada al pueblo de un grupo de agentes (que mataron a un vecino) y luego la de Artal con más hombres había dispersado a los revoltosos.
Artal comenzó por la tarde a buscar a los atacantes del cuartel y dio con uno, con Manuel Quijada. Con una gran paliza, consiguió que señalase a otros y el hombre lo condujo entonces hasta la choza de los Seisdedos. Cuando llegaron, Quijada, que iba esposado y maltrecho, se escapó y entró en la choza. Se fueron tras él dos guardias de asalto, entraron en la casa y desde dentro, Perico Seisdedos disparó y mató a un agente. El cadáver quedó dentro de la choza. El segundo guardia reculó, se parapetó en la corraleta y se quedó allí, entre dos fuegos. Artal creyó que éste estaba muerto y al otro lo dio por desaparecido. Así comenzó el asedio a la choza de Seisdedos.
Artal pidió a los de dentro de la choza que se entregasen pero le respondieron con disparos: habían acordado no rendirse. Entonces anocheció y el teniente envió ese telefonema en el que pedía granadas pero no refuerzos y más tarde decidió esperar a que amaneciese para continuar con el ataque. Antes supo que el agente que daba por muerto estaba vivo.
El pueblo estaba pues tranquilo, la situación controlada, la revuelta dominada. Artal se hallaba en la fonda del pueblo, descansando.
Fue entonces cuando llegó a Casas Viejas el capitán Rojas. Traigo órdenes de cargarme a todo el que coja, le dijo Rojas a su amigo Artal cuando éste lo puso al tanto de la situación. Mira, Manolo, eso no se puede hacer y no se hace, replicó el teniente. Ahí empezó la bronca. A ti te toca obedecer, zanjó Rojas, que tomó el mando, desautorizó a Artal y ordenó atacar la choza.
Los guardias ametrallaron la choza pero no conseguían tomarla. A los de dentro los ayudaban varios vecinos que, ocultos en las chumberas, disparaban contra los guardias. Rojas decidió entonces incendiar la casa. Envolvieron piedras con algodones impregnados de gasolina, les pegaron fuego y los arrojaron sobre el tejado de paja. La choza empezó a arder. Entonces salieron una joven y un niño: María Silva, La Libertaria, y Manuel García, de 13 años. Echaron a correr y escaparon. No disparéis, que es un niño, dijeron algunos guardias al ver a Manuel; corra, corra, le dijo al niño Fidel Madras, el guardia que aún permanecía guarecido junto a la choza. Al poco salieron otras dos personas: Manuela Lago, de 17 años, y Francisco García, de 18. Pero esta vez sonó la ametralladora y ambos cayeron al suelo muertos.
A cargo de esa ametralladora estaba el teniente Artal. Cuando se dio cuenta de que había matado a una mujer y a un joven, se puso a gritar y a reprocharle a Rojas que no le hubiese avisado de que no eran hombres armados quienes abandonaban la choza. Rojas le recordó de nuevo quién tenía allí el mando y Artal se tragó su ira.
La choza ardió. Antes de comenzar el fuego ya habían muerto dentro el anciano Seisdedos y su hijo Perico. El incendio acabó con la vida de otras cuatro personas: Paco Cruz (también hijo de Seisdedos), Manuela Franco, Manuel Quijada y Jerónimo Silva.
Serían las tres de la madrugada. El pueblo enmudeció de nuevo. Se quedó como cuando horas antes llegó Artal. La mayor parte de los vecinos que aún no habían huido al monte lo hicieron entonces. Sólo unos pocos se quedaron en sus casas, con las mujeres, los ancianos y los niños. Los guardias pasaron por la fonda y comieron y bebieron. A la salida del sol, Rojas ordenó registrar casas y detener a cuanto hombre fuese hallado en ellas. Una patrulla vio a uno asomado tras una puerta. Era el anciano Barberán. Los guardias se cuidaban ahora de entrar en una casa. Le gritaron que saliese. Dejadme, que yo no soy de ideas, contestó. Una bala atravesó la puerta y le partió el corazón.
Así fueron detenidos catorce vecinos de Casas Viejas y, al poco, doce de ellos cayeron asesinados en la corraleta de la choza de Seisdedos, junto a los escombros humeantes. Dos se salvaron porque los dejó escapar el guardia civil Juan Gutiérrez cuando cayó en la cuenta de lo que iba a ocurrirles. Artal contó luego que ni la Guardia Civil ni nadie señalaba las casas registradas, que las patrullas entraban en todas las que encontraban al paso. Si había hombres, los detenían. A quien se cogió, se le fusiló, precisó el teniente. También le dijo Artal al juez que si hubiese sospechado que los detenidos iban a ser fusilados, no hubiese detenido a nadie aunque perdiese la carrera por ello.
Los fusilamientos le parecieron poco escarmiento al capitán Rojas. Le entregó un mechero a Artal y le ordenó que pegase fuego a las casas y chozas de la parte alta del pueblo. Artal se negó. Acabamos de registrarlas y allí sólo quedan mujeres y niños, objetó. Rojas insistió en que las quemase. Entonces Artal pidió ayuda al delegado del gobernador, que andaba por allí, y entre los dos evitaron la catástrofe. Convencieron a Rojas y éste acabó por revocar la orden.
Artal y Rojas se fueron aquella mañana de Casas Viejas. La noche anterior, cuando Artal decidió esperar al día siguiente para atacar la choza de Seisdedos, los Sucesos sumaban cuatro muertos (tres guardias y un vecino del pueblo). Horas después, tras tomar el mando Rojas, había 21 fallecidos más.
Artal pasó más de un mes sumido en un caos, según él mismo relató, agobiado por los remordimientos. El 3 de marzo acabó por revelar los fusilamientos en una declaración formal en la Dirección General de Seguridad. Hasta entonces silenció oficialmente lo que había hecho su amigo Rojas, tal como éste le pidió, y sólo se lo fue contando a algunos compañeros de la Guardia de Asalto que se sacudían ese crimen molesto en cuanto se quedaban a solas con la obligación de denunciarlo.
A Artal y a Rojas los unía una buena amistad. Pero cuando Rojas se enteró de que su amigo había contado la verdad, reaccionó diciendo que en Casas Viejas se había comportado como un cobarde, que tuvo que reprenderlo allí varias veces. Artal reaccionó a su vez proporcionándole al juez instructor más detalles sobre lo sucedido. Hasta le habló de la frialdad con la que Rojas disparó su pistola contra los detenidos esposados y ordenó a sus hombres que hiciesen fuego.
Luego todo cambió. Un año después, en el primer juicio a Rojas, Artal no respaldó la insostenible versión de su amigo, pero tergiversó hechos en su ayuda y pintó un cuadro de peligros que buscaba justificar una respuesta violenta. Por ejemplo, contó que cuando él llegó con sus hombres a Casas Viejas, se detuvo a la entrada del pueblo, hizo un disparo al aire y le contestaron con fuego cerrado. Era mentira. Un año antes había relatado que al llegar con 12 guardias de asalto y 6 guardias civiles se topó con un pueblo en silencio. Un silencio tan grande, dijo, que nada que no fuese ver la carretera cortada daba idea de lo que sucedía. Disparó al aire, sí, y le respondieron con disparos; pero también al aire; y con un silbato: eran los guardias civiles que llegaron antes que él. No hubo, pues, fuego cerrado enemigo sino una entrada sin combate en una población enmudecida.
En el juicio, en la Audiencia de Cádiz, Artal contó que ante la resistencia que después encontró en la choza de Seisdedos, pidió al gobernador civil que le enviase refuerzos. Era mentira. Envió un mensaje a Cádiz. Pero decía que no necesitaba más hombres.
Dispuesto a auxiliar a su amigo, Artal no mencionó en el juicio el episodio de la orden de pegar fuego al pueblo y llegó a negar algo que él y hasta el propio Rojas habían desvelado: que tras matar a diez de los detenidos, el capitán agarró a otros dos, los empujó a la corraleta repleta de hombres cosidos a balazos, y disparó de nuevo.
El caso es que Artal descargó su conciencia en 1933. Pero un año después y en 1935, en los juicios a Rojas, le echó un cable a su amigo en la Audiencia de Cádiz.
Rojas quedó libre en marzo de 1936 y al poco comenzó la guerra, que puso a los dos amigos en zonas distintas. Los periódicos madrileños contaron en agosto que el "tristemente célebre" capitán Rojas estaba con los rebeldes en Granada. Artal Madrid. Desapareció.
Andalucía Casas Viejas, El Grito Del Sur 1996 Cnt Ait Fai
Foto de un acto en casas viejas en el año 2005 a la derecha tenemos a José Luis Gutiérrez Molina investigado y escritor y a su derecha a Juan Pérez Silva hijo de María Silva “libertaria” 

miércoles, 9 de enero de 2013

¡¡Alfon Libre!!



Compañeros, a partir de las 15:00 de la tarde de hoy nuestro compañero Alfonso queda en libertad. Así nos lo acaba de comunicar el abogado.
Por ello, a la 13:20 saldrá un autobús desde la puerta del fondo del Estadio de Vallecas.¡¡ACUDE Y DIFUNDE!!

El juez deja en libertad a Alfon, el único detenido el 14-N que permanecía en prisión

domingo, 6 de enero de 2013



La historia de España durante el siglo XX (y que continúa en el siglo XXI) es el conflicto constante entre, por un lado, los establishments financieros, centrados en la banca, y los empresariales, centrados en la gran patronal (asistidos por el Estado dominado por las fuerzas conservadoras –que incluyen las fuerzas armadas y el sistema judicial y policial- y por la jerarquía de la Iglesia Católica, y apoyados por la mayoría del establishment mediático) y por el otro lado, las clases populares que intentan conseguir el bienestar social y calidad de vida que consideran que se merecen y cuyo desarrollo entra inevitablemente en conflicto con los privilegios de aquellos establishments. Este conflicto marcó el siglo XX y continúa ahora en el siglo XXI.
 El máximo desarrollo de tal conflicto en el siglo pasado apareció cuando, en respuesta a las políticas reformistas altamente populares llevadas a cabo por un gobierno democrático, hubo un golpe militar que impuso una de las dictaduras más represivas de las que hayan existido en la Europa Occidental (según el profesor Malefakis, experto del fascismo europeo en la Universidad de Columbia, por cada asesinato político que cometió Mussolini, Franco cometió diez mil). Tal dictadura se estableció para defender los intereses de aquellos establishments financieros y empresariales dominantes en la historia de nuestro país.
La resistencia popular hizo quebrar aquella dictadura en los años setenta del siglo pasado. Desde 1974 a 1978 España fue el país con la mayor agitación social de Europa. De ahí que, aun cuando el dictador Franco murió en la cama, la dictadura terminó en la calle. Las movilizaciones sociales (lideradas por el movimiento obrero), aunque determinantes para acabar con aquella dictadura, no fueron suficientemente fuertes para romper con la estructura de poder que controlaba el Estado. Y un punto importante para explicar aquella insuficiencia fue que los partidos políticos de izquierda acababan de salir de la clandestinidad, con muchos de sus dirigentes en las cárceles o en el exilio.
El desequilibrio de fuerzas en aquel proceso de Transición fue enorme. Las derechas controlaban el aparato del Estado, además del poder financiero y gran empresarial, gozando de una gran influencia en los medios, mientras que las izquierdas políticas estaban saliendo de una dictadura que les había reprimido brutalmente. El famoso “consenso” de la Transición al que las derechas (y algunas voces de izquierda) se refieren constantemente para justificar la perpetuación de su poder en las instituciones del Estado, asume una aceptación por parte de las izquierdas de un acuerdo muy desigual que fue aceptado en aquel momento, resultado de que se percibía que era la única salida posible. La Constitución Española refleja este desequilibrio. No se reconoce en ella ni la universalidad de los derechos sociales (como la sanidad) ni tampoco se reconoce la plurinacionalidad del Estado español. Éstos son indicadores del enorme poder que las derechas tuvieron en la mal llamada Transición “modélica” y que han marcado los más de treinta años de una democracia caracterizada por sus grandes insuficiencias.
 La corrección del déficit social
Ni que decir tiene que el periodo democrático ha visto enormes cambios entre los cuales destaca el establecimiento del Estado del Bienestar, proceso liderado por las izquierdas. El establecimiento del Sistema Nacional de Salud, en 1986, es un ejemplo de ello. Y aunque no garantizaba la universalidad de los servicios sanitarios, es decir, unos derechos extensivos a toda la población española, sí que los extendía a la gran mayoría de la población. Otro indicador fue el notable crecimiento del gasto público social por habitante (que cubre desde las pensiones y otras transferencias públicas a los servicios públicos del Estado del Bienestar como sanidad, educación, y servicios sociales, entre otros) corrigiéndose parte del enorme déficit social que la España democrática había heredado de la dictadura. El año que el dictador murió España tenía el gasto público social más bajo de los países que más tarde pasarían a ser la UE-15. En 1975 el gasto social representaba en España solo el 15% del PIB, mientras que el promedio del resto de los países de la posterior UE-15, era del 22% del PIB.
El euro se hizo a costa del Estado del Bienestar
La corrección del déficit social fue interrumpida, sin embargo, como consecuencia de la manera como se hizo la integración de España a la Eurozona. El objetivo de reducir el déficit del Estado a un porcentaje igual o menor del 3% se hizo en España a base de reducir el gasto público social. Ello conllevó que el déficit de gasto público social por habitante de España en relación con el promedio de la UE-15 aumentase considerablemente, sobre todo en la etapa del gobierno Aznar. De esta manera el euro en España se consiguió a costa de mantener el enorme retraso social del Estado, la realidad más ocultada o desconocida en los medios de información de mayor difusión en España. Incluso, cuando tal déficit se comenzó a reducir de nuevo, bajo el primer gobierno Zapatero, tal déficit en 2007 (año en el que empezó la crisis) era mayor que el existente en 1993, fecha cuando se iniciaron los recortes de gasto público para reducir el déficit del Estado y así poder entrar en el euro. La época de bonanza de la economía española no fue aprovechada para reducir los enormes déficits sociales del país sino para disminuir los impuestos. Las reformas fiscales de 2006, además de crear un agujero en el déficit estructural público del Estado español, incrementaron la regresividad de las políticas fiscales existentes.
El ataque frontal al bienestar social
Hoy estamos viendo el ataque más frontal que haya recibido el bienestar de las clases populares, por parte de los mismos establishments que han dominado la vida financiera, económica, política y mediática española durante su historia. Es la continuación del conflicto civil (que apareció en tonos más bélicos durante la mal llamada Guerra Civil). Su objetivo es desmantelar el escasamente desarrollado Estado del bienestar español y debilitar al mundo del trabajo.
Y los datos hablan por sí mismos. España, según Eurostat, es el país de la UE-15 que ha visto una bajada más acentuada de los costes laborales (que incluyen los salarios, indemnizaciones, cotizaciones a la Seguridad Social). El crecimiento de tales costes ha sido de un 0,7% anual, casi tres veces más bajo que el promedio de la UE-15. Un tanto idéntico ocurre con los salarios, que han aumentado solo un 0,8%, frente a un 2% en la Eurozona. Una situación semejante ocurre en cuanto al gasto público social que ha disminuido en la mayoría de capítulos del Estado del bienestar. El gasto público social por habitante ha disminuido, como también ha disminuido el grado de cobertura social de la población, con un descenso del empleo público en tales servicios. Tales medidas constituyen un ataque a la protección social en España, retrasando todavía más el escasamente desarrollado y poco financiado Estado del bienestar.
Tales medidas se presentan como parte del objetivo de mejorar “la competitividad” (famosa expresión utilizada extensamente en los medios de difusión) y con ella, las exportaciones, las cuales -se nos dice- nos ayudarán a salir de la crisis. Las exportaciones han continuado expandiéndose sin embargo, sin que el desempleo haya descendido. No es la competitividad sino la rentabilidad empresarial la que se intenta fomentar con tales políticas. Y lo están consiguiendo.-

sábado, 5 de enero de 2013

Discurso de Pepe Mujica en Rio+20


Texto del discurso pronunciado por José Mujica, Presidente de la República Oriental del Uruguay, en la cumbre Río+20
Autoridades presentes de todas la latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias al pueblo de Brasil y a su Sra. Presidenta, Dilma Rousseff. Muchas gracias a la buena fe que, seguramente, han manifestado todos los oradores que me precedieron. Expresamos la íntima voluntad como gobernantes de acompañar todos los acuerdos que, esta, nuestra pobre humanidad, pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacer algunas preguntas en voz alta. Toda la tarde se ha hablado del desarrollo sustentable. De sacar las inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas? ¿El modelo de desarrollo y de consumo, que es el actual de las sociedades ricas? Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes?
¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? Más claro: ¿Tiene el mundo hoy los elementos materiales como para hacer posible que 7 mil u 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales? ¿Será eso posible? ¿O tendremos que darnos algún día, otro tipo de discusión? Porque hemos creado esta civilización en la que estamos: hija del mercado, hija de la competencia y que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo. Pero la economía de mercado ha creado sociedades de mercado. Y nos ha deparado esta globalización, que significa mirar por todo el planeta.
¿Estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros? ¿Es posible hablar de solidaridad y de que “estamos todos juntos” en una economía basada en la competencia despiadada? ¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
No digo nada de esto para negar la importancia de este evento. Por el contrario: el desafío que tenemos por delante es de una magnitud de carácter colosal y la gran crisis no es ecológica, es política.
El hombre no gobierna hoy a las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado gobiernan al hombre. Y a la vida. Porque no venimos al planeta para desarrollarnos solamente, así, en general.
Venimos al planeta para ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida y esto es lo elemental. Pero si la vida se me va a escapar, trabajando y trabajando para consumir un “plus” y la sociedad de consumo es el motor, -porque, en definitiva, si se paraliza el consumo, se detiene la economía, y si se detiene la economía, aparece el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros- pero ese hiper consumo es el que está agrediendo al planeta. Y tienen que generar ese hiper consumo, cosa de que las cosas duren poco, porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica, entonces, no puede durar más de 1000 horas encendida. ¡Pero hay lamparitas que pueden durar 100 mil horas encendidas! Pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos que trabajar y tenemos que sostener una civilización del “úselo y tírelo”, y así estamos en un círculo vicioso.
Estos son problemas de carácter político que nos están indicando que es hora de empezar a luchar por otra cultura.
No se trata de plantearnos el volver a la época del hombre de las cavernas, ni de tener un “monumento al atraso”. Pero no podemos seguir, indefinidamente, gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.
Por ello digo, en mi humilde manera de pensar, que el problema que tenemos es de carácter político. Los viejos pensadores –Epicúreo, Séneca o incluso los Aymaras- definían: “pobre no es el que tiene poco sino el que necesita infinitamente mucho, y desea más y más”. Esta es una clave de carácter cultural.
Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y los voy acompañar, como gobernante. Sé que algunas cosas de las que estoy diciendo, “rechinan”. Pero tenemos que darnos cuenta que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa.
La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay poco más de 3 millones de habitantes. Pero hay unos 13 millones de vacas, de las mejores del mundo. Y unos 8 o 10 millones de estupendas ovejas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura y casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores, lucharon mucho por las 8 horas de trabajo. Y ahora están consiguiendo las 6 horas. Pero el que tiene 6 horas, se consigue dos trabajos; por lo tanto, trabaja más que antes. ¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la moto, el auto, y pague cuotas y cuotas y cuando se quiere acordar, es un viejo reumático –como yo- al que se le fue la vida.
Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana? Estas cosas que digo son muy elementales: el desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana; del amor arriba de la Tierra, de las relaciones humanas, del cuidado a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental.
Precisamente, porque ese es el tesoro más importante que tenemos, la felicidad. Cuando luchamos por el medio ambiente, tenemos que recordar que el primer elemento del medio ambiente se llama felicidad humana.
Gracias.