lunes, 28 de abril de 2014

Historia de “Los Mártires de Chicago”

¡Eran Anarquistas!
El anarquismo ha sido, en toda época y lugar, difamado y sanguinariamente perseguido por quienes detentan el poder o aspiran a él.
Con la historia del Primero de Mayo sucede lo mismo. Los medios de comunicación, partidos políticos y sindicatos estatistas pretenden vaciar de contenido y manipular la historia obviando el verdadero origen y significado de esta fecha para convertirla en la ''fiesta del trabajo''.
El sentido del 1º de Mayo viene de la conmemoración de la revuelta de Haymarket en Chicago en pos de las ocho horas de trabajo, siendo un verdadero éxito las jornadas de huelga concentrando a miles de obreros/as.
Para frenar el auge de las protestas e iniciar una sangrienta criminalización, el Estado orquestó un montaje policial y la clase dominante usó este incidente como pretexto para desatar su planeada ofensiva con ayuda de la prensa. Comenzó así una caza de brujas contra los sectores más revolucionarios, principalmente contra anarquistas. Se clausuraron los periódicos y locales obreros, y los mítines fueron prohibidos en todo el país.
Ocho obreros anarquistas fueron detenidos: George Engel, Samuel Fielden, Adolf Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebe y August Spies, condenando a muerte en la horca a cinco (uno de ellos se suicidó) y a reclusión a otros tres. Nunca se pudo demostrar que fueron ellos quienes lanzaron la bomba, convirtiéndose en mártires de la lucha obrera.
Por todo esto, reivindicamos el Primero de Mayo como una jornada de lucha revolucionaria y de clase, no folclórica y subvencionada. Contra el Parlamentarismo y los comités de empresa, por la autoorganización entre iguales y la acción directa. Contra el Estado y el Capital, por la Revolución social.
¡Viva la Anarquía!
''Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme''. Albert Parsons.
http://ateneolibertariokamocholibre.blogspot.com.es/2014/04/octavilla-para-el-primero-de-mayo.html
Los Mártires de Chicago: Historia del 1º de Mayo
Video de Los Mártires de Chicago https://www.youtube.com/watch?v=WgPmDBCQfwE

sábado, 19 de abril de 2014

JUAN SANTANA CALERO


Libertario nacido en Málaga y asesinado en Almeria abril de 1939.
Para hacer la descripción de este joven anarquista, se necesitaría ser un poeta, ya que su vida fue un poema, cuyo ritmo sólo la muerte pudo cortar.

Su niñez fue como la de todos los pobres a los que le falta el brazo protector del padre, cuando los primeros capullos de su existencia empiezan a abrirse entre los espinosos cardos de ésta sociedad, que teme la luz cómo las aves nocturnas. ¿Su madre?, mujer de rojizos ojos, como permanentes mariposas encendidas, en recuerdo del esposo desaparecido. Mujer sin perspectivas, esclava de una sombra.

Poco aprendió del padre que se evaporaba en su memoria entre las nubes del olvido; menos aun de la madre, que tapaba sus sentimientos con el manto de una moral que, como fiera mimada, afila sus garras para herir a los que pretenden elevar su velo de gasa fina y transparente, en la que se ciñe revelándolo su desfigurado y prostituido cuerpo.

Arrojado desde muy niño al circo del trabajo, sintió sobre sus frágiles espaldas los latigazos de esa casta, a la que la " civilización " cambió el nombre de " negrero " por el de  " patrón ", y de este primer contacto con la triste realidad de su vida entre los hombres, nace su espíritu de espartaquista y el deseo de ser un David ágil e inteligente, predispuesto a enfrentarse a ese Goliat, que haciendo doblar las rodillas a la humanidad, la inclina en humillante reverencia, hasta hacer besar el suelo para que no vea el rojo crepúsculo de su libertad.

Un día Santana oye a González Marín, aquel doctor en la  recitación, que supo amamantar  a los personajes nacidos en el inmaculado lecho imaginativo de los poetas. Hablando, suspirando, sufriendo con ellos como seres que buscaran refugio en su corazón y en sus labios, temerosos de que las manos despiadadas del tiempo los sepultara en la lóbrega tumba del olvido. Y aquel niño, alto de cuerpo y espíritu, ve en este arte del bálsamo que puede dulcificar un poco el dolor de los oprimidos y se entrega a él con pasión. Se emborracha de poesía haciendo una selección de aquellas que abandonan las tortuosas espirales de un romanticismo engañoso para elegir la línea directa que fustigue a los poderosos.

¡Sueña con ser el González Marín de la Libertad!

Aguilucho perdido entre las espesas selvas de la duda sin más garras que las de su voluntad, sin otras alas que las de sus dudosas inquietudes, impotente para cruzar en raudo vuelo las altas montañas pobladas de reptiles, fatigado, se posa en la pulida roca de las juventudes libertarias. Por su cerebro  de horizontes indefinidos, cruzan  Pi i Margall, Proudhom, Rousseau... que van dragando en su conciencia, limpia de prejuicios. Con ojos de observador, presencia el plateado lago que estos pensadores ofrecen a los hombre para que  purifiquen el cuerpo social de tanta inmundicia como le envuelve, y la cloaca en que se baña aquella juventud de alma burguesa, huye de ellos temeroso del contagio, buscando como naufrago, una tabla donde poder posar su conciencia para desde ella requerir auxilio a todos los seres, para que le ayuden a salvar la distancia existente desde ese mar de sumisos esclavos, que van arrastrando entre sus espumosas olas, las algas del vicio físico y moral, y la tranquila playa liberadora que abre sus finas arenas para sepultar veinte siglos de ignominias y de permanente lucha contra los fantasmas.

La tabla, la encuentra en el ateneo de Divulgación Social que los anarquistas malagueños habían abierto en la Alameda de Colón.

Sube a la tribuna y recita varias poesías, pero se apercibe que él no ha nacido para convertirse en magnetófono que exprese lo que otros han pensado; tiene ideas propias y quiere expresar sus pensamientos, que van  tomando cuerpo en su mente.

El viejo Nogales, uno de los más fervientes animadores de aquel centro cultural, ve en él una esperanza para el movimiento obrero; un misionero de la verdad anarquista y así lo manifiesta entre aquellas cabezas canas que a 33 años de distancia, aun me las represento como infatigables jóvenes saltando ágilmente sobre un rosario de rocas de dificultades para abrazar a su amada Libertad.

¡Oh dichosa juventud, la de aquellos viejos titanes cuya sombra hace envejecer a ésta famélica juventud! ¡Oh inolvidables viejos que supisteis romper la lanza de vuestra juventud para hacer  posible la juventud de nuestra vejez! ¡Oh magníficos oradores del bien, que elocuente es el silencio de vuestras humildes tumbas!

Cristal trabajado con paciencia por el diamante de una verdad indiscutible, ¡cómo resbala sobre tu superficie las babas de  la mentira estudiada! Vuestros huesos blanqueados por los años han sabido impregnarse de los perfumes de las victoriosas luchas, y también, de los fracasos de esta juventud de la que se desprende el nauseabundo olor de las cámaras mortuorias y que para encontrar la verdadera vida tendrá que buscarla en la paz imperturbable de los cementerios.

Santana ve pasar aquel desfile de arrugados rostros; estudia en sus conductas el motivo de sus vidas ejemplares; su hombría, sus luchas, y de aquel examen, nace una cuasi religiosa veneración. Por aquellas encinas que había desafiado los huracanes de sus agitadas existencias, porque sus raíces estaban clavadas en la fértil tierra del anarquismo y regadas por la sangre generosa de sus mejores hijos.

Al año de haber ingresado en el ateneo de Divulgación Social, había leído con apetito de hambriento los numerosos volúmenes que alineados en la pared nos brindaba su pródiga lectura y desinteresados consejos. Leyó meditó y su espíritu vacilante se acobardó al reconocer su propia pequeñez. Pero pronto se ensanchó. Se iluminó bañándose en oleadas de sabiduría ajena y su ejercitada inteligencia multiplicó lo leído con la misma fecundidad que la buena tierra al grano de trigo que se refugia en su seno.

Un día interviene en una asamblea del Sindicato de la Construcción  donde tan inteligentes militantes del sindicato polemizaban. Lo hace con tal aplomo, con tal seguridad, que parecía un profesor dirigiéndose a sus alumnos. Santana ha desatado el lazo de su elocuencia, el  ramo de su sabiduría, y con él va haciendo un bordado de pensamientos de vivo colorido que va extendiendo su perfume al salir por aquellos sonrientes labios, de un David que ha saltado con decisión al campo de la acción, blandiendo sobre sus oyentes la trenzada onda de la enseñanza.

A partir de éste momento, el anarquismo cuenta con un propagandista más en la tribuna, con Federica, Ascaso, Domingo Germinal, Vicente Ballester, Juan J. Domenech y otros de no menos valía intelectual.  Se dedica a sembrar ideas. Siembra con paciencia y coraje, con ardor, se hace tan popular entre los trabajadores, (que le quieren y le admiran) cómo entre la Iglesia y el Capital que le odian y, vomitan sobre él todas las bilis de sus inflamados hígados.

Alto de espíritu y de cuerpo era nuestro joven tremendo,  en la tribuna se agigantaba con sus profundos conocimientos de profesor que ha estudiado en la prosa de la existencia, en la eterna lucha consigo mismo y en la de los demás. Su fogosa rebeldía temperamental la precisión matemática de su mímica, sus medidos gestos de artista consumado, sus brazos de gladiador desafiando valientemente a poderosos enemigos, su bien timbrada voz de barítono, sus oportunas pausas, su simpatía sonrisa de niño bueno.., todo en él, era tan natural y atrayente que hasta bastaba anunciar que Santana iba a hablar para el local de la C.N.T. resultara insuficiente para acoger al pueblo que acudía a oír su autorizada voz.

Era un viejo en conocimiento, sin perder su virginidad de niño. Quienes compartimos con él la prisión durante el periodo republicano, hemos conservado una serie de imborrables recuerdos que cantan su sencillez y nobleza.

El 19 de julio del 36, junto con otros jóvenes libertarios, entra en Radio Málaga. Su potente voz corre abrazada a las ondas  llevando el mensaje de la C.N.T. y de la F.A.I. llamando al pueblo al combate contra el fascismo. Oyéndole había que tener la sangre aguada para permanecer impasibles frente al receptor. Después marcha al frente, pero su vocación no es la de soldado. Su labor no está en empuñar el frío fusil, sino la ardiente pluma no inferior a su oratoria. Nombrado Director de " FARO " hace un magnífico portavoz de la C.N.T. y del anarquismo. Su formato, su colorido, la selección de sus trabajos  hizo de ésta hoja una escuela ambulante de orientación revolucionaria en las manos de sus lectores.

Málaga se pierde para la causa de la Libertad. El triste peregrinaje de este pueblo vencido por la traición de tantos, va arrastrando su tristeza por el negro asfalto de la serpenteante carretera en busca de la hospitalidad de otros pueblos, por donde no hayan pasado los bárbaros de la cruz y la espada. Santana presencia a los niños, mujeres y ancianos que con los pies ensangrentados caminan por la carretera. Madres reflejando en sus pálidos rostros la angustia que les produce remover los cadáveres amontonados en las cunetas, entre los que esperan identificar al hijo desaparecido. Padres con voz ronca por el dolor y el cansancio, preguntando sin cesar a diestro y siniestro por sus familiares, dispersados por los bombardeos del Canarias y de la aviación alemana.

¡ Luto y dolor, lágrimas y sangre !. Ese es el estandarte de aquella procesión, que busca la libertad y encuentra la muerte. Mientras tanto, los tanques italianos siguen avanzando sobre una alfombra de cadáveres, en el horizonte rojo y negro de las colinas cercanas, se dibujan los blancos turbantes de las hordas moras, dando gracias a Mahoma por el triunfo que han conseguido para el cristiano Franco.. Aquel calvario del pueblo malagueño había de quedar fotografiado en su sensibilidad humanista, que cuando cerraba los ojos se imaginaba aquel cuadro como si hubiera sido pintado por Goya.

Llega a Almería extenuado, sucio y hambriento, por cama el duro suelo de una secretaría de la F.L., pero esta fatiga no dura nada más que un día. Se tenía que trabajar con más ahínco que antes, aunque solo fuera para consolar tantos sufrimientos. Tan torpe me siento hablando de él, que voluntariamente omito muchos episodios de su vida, temeroso de que mi pluma desfigure la belleza de sus acciones.

El Comité Regional de Andalucía y Extremadura, confía a su talento la dirección del periódico regional  " NERVIO ", que al contacto con sus manos y sus inagotables iniciativas, se hace tan interesante, que constituye el alimento espiritual de los jóvenes y viejos anarquistas que combatían en los frentes.

Al salir de un mitin en el que Santana habló en nombre de la F.A.I., el viejo Manuel Pérez, maestro de maestros, dijo;

-De cuantos oradores he oído hablar de la F.A.I., ninguno ha podido darle la elevación que le ha dado magistralmente este joven orador.

Como orador y como escritor, fue un verdadero vidente. Basta repasar sus trabajos de  " RUTA ", cuando se celebró el Pleno de Valencia, para darnos cuenta de que él empezó por donde nosotros hemos terminado.

Los fusiles caen de las manos de los combatientes.  ¡Ha terminado la guerra !. Esta voz se va mezclando con  la angustia de los antiguos milicianos. Santana no quiso o no pudo ganar el destierro, y junto con el no menos querido Juan Lozano, intenta a través de las montañas entrar en Málaga, donde espera encontrar amigos que le ayuden. A la altura de Motril fueron sorprendidos por un grupo de falangistas armados. Ellos le hacen frente con valor. Durante más de una hora vuelan sobre los tomillos y romeros los ardientes moscardones de la muerte. La fatal ley del número vence una vez más a la razón y el valor. La tierra de Granada, a la que intentó liberar en los primeros días de la contienda, se empapa con las amapolas de sangre joven de estos dos anarquistas.

¿Dónde reposan los restos de Santana? En España, en su España.  ¡Pero qué importancia tiene eso!, su recuerdo vive. No han podido borrarlo sus enemigos, ni por la calumnia ni por el silencio que después se hizo alrededor de su vida y de su muerte. Y hoy, después de veinticinco años de  " paz de los cementerios ", Andalucía entera desde Jaén a Cádiz, desde Huelva a Málaga, sueña con oír la voz potente del ANARQUISTA JUAN SANTANA CALERO,  lanzando su más profundo anatema contra la barbarie azul.



domingo, 13 de abril de 2014

JOSÉ SANCHEZ ROSA



Luchador por los jornaleros andaluces.
José Sánchez Rosa nació en Grazalema, Cádiz, en 1866 y murió asesinado en Sevilla en 1936.
A los 17 años, recién casado, abandonó su pueblo natal para dedicarse de forma incansable a la  enseñanza de los jornaleros y a la difusión de las ideas anarquistas hasta el fin de sus días.
A partir de los hechos en de la Mano Negra en 1883, fue detenido en diversas ocasiones y condenado a diferentes penas, incluida la de muerte, que le fue conmutada por la de cadena perpetua.

En 1900 fue indultado tras cumplir parte de su condena en el penal de Ceuta, instalándose primero en Aznalcóllar y luego en Sevilla, donde viviría hasta su muerte y sin parar nunca de enseñar.
Durante su estancia en la cárcel conoció a Fermín Salvochea, que fue su maestro ideológico, y alentó la creación de escuelas racionalistas en las que él mismo daba clases en Tánger, el Campo de Gibraltar, Dos Hermanas, Aznalcóllar y Sevilla, donde también fundó una biblioteca popular.
Ingresó en la Confederación Nacional del Trabajo, con la que, sin renunciar a su ideario anarquista, mantuvo discrepancias con motivo del curso de la violencia, a la que siempre se opuso, especialmente con ocasión de la ola de violencia desatada entre 1917 y 1920.
Para la educación de los trabajadores redactó numerosas obras, unas de carácter didáctico, como El abogado del obrero, La aritmética del obrero y La idea anarquista, y folletos y novelistas cortas, todas ellas escritas en un lenguaje muy llano y fácil de entender por los jornaleros.
Editor de dos periódicos semanales "El Productor" primero y "La Anarquía" después, su nombre era respetado y querido incluso fuera del ambiente obrero y popular.
Amigo de Blas Infante e incluso de Alejandro Lerroux, no quiso nunca aceptar ofertas para concurrir a las elecciones permaneciendo siempre fiel a sus ideas.
Al producirse la rebelión liderada por Franco el 18 de julio de 1936, Sánchez Rosa fue detenido inmediatamente al quedar Sevilla bajo el control golpista, siendo asesinado el 1 de agosto de 1936, nueve días antes que Blas Infante sufriera el mismo destino, y como tantos otros sin ni siquiera una farsa de juicio.
Tres años después un juez decretó su "libertad":


viernes, 4 de abril de 2014

Los hermanos López Calle, anarquistas de Montejaque Málaga

Pedro López Calle
El 25 de abril de 1902 nace en Montejaque (Málaga) el anarcosindicalista Pedro López Calle. Hijo de una familia anarquista, cuando tenía 17 años ya hacía discursos. En esta época sufrió persecuciones y conoció las conducciones a pie de los detenidos y las prisiones. En 1917 asistió como delegado del grupo libertario «Hermanos Unidos» de Montejaque a la reunión de constitución de la Federación Regional de Grupos Anarquistas de Andalucía, celebrada a Morón, y en 1919 fundó en esta ciudad sevillana, con su gran amigo Antonio Rosado López --ambos pertenecían a la misma logia masonica--, Juventud Rebelde, órgano de expresión de esta federación. En 1922 también representó «Hermanos Unidos» en la reunión anarquista del Arahal. En los años de la dictadura de Primo de Rivera continuó en la lucha y envió dinero pro-tomados a La Revista Blanca. Durante la II República española, con el visto bueno de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y para evitar el triunfo derechista, hizo de alcalde en dos periodos y fue admirado en toda la zona (Marbella, Estepona, Serranía de Ronda, etc.). A finales de agosto de 1933, cuando era alcalde de Montejaque, fue detenido por orden del gobernador de Málaga, acusado de complicidad de haber provocado incendios en las montañas municipales de este pueblo. Con el levantamiento fascista de julio de 1936 y cuando se proclamó el comunismo libertario en Montejaque, fue el primero en poner su capital a disposición de la CNT. Después se hizo cargo de las milicias confederales de Ronda y comandó el Cuerpo de Milicias --después «Columna Pedro López»-- acantonado en San Pedro de Alcántara que llegó a controlar la comarca sur occidental de la Serranía de Ronda y que impidió durando todo el año 1936 que las tropas franquistas llegaran a la costa --eran conocidos como «Los amos de la Sierra». En noviembre de 1936 intervino en el gran acto confederal de Málaga y cuando esta capital cayó a manos fascistas, se replegó con sus tropas hacia Motril y en Almería. Después, con su hermano Bernabé, combatió en la 61 Brigada --nombre que tomó su columna a raíz de la militarización-- al Jarama. Más tarde hizo de comisario en la División de Levante del Ejército republicano. El marzo de 1939 fue detenido por la reacción comunista, pero consiguió huir. Hasta el final de la guerra fue secretario de Defensa del Comité Nacional de la CNT. Con el triunfo franquista, cruzó los Pirineos y fue encerrado en varios campos de concentración. Después pasó a América (Venezuela, Ecuador y México). En 1946 formó parte de la Agrupación de Estudios Sociales de México, partidaria de la CNT del Interior. Durante un tiempo residió en Orán (Argelia) y en Casablanca (Marruecos) como enlace de la guerrilla anarquista que actuaba en la Serranía de Ronda encabezada por su hermano Bernabé. Después de la muerte del dictador Franco, en 1976 se estableció en Algeciras. Pedro López Calle murió repentinamente el 18 de julio de 1977 en Algeciras (Cádiz, Andalucía, España) mientras jugaba a ajedrez y fue enterrado en Montejaque. Encontramos artículos suyos, muchos firmados bajo el pseudónimo Porvenir de Amor, en Acción, Juventud Rebelde y El Miliciano (usando el pseudónimo Tonto de la Columna). Es autor de los folletos Escucha, campesino y El problema de la tierra.


Bernabé López Calle
También conocido como “comandante abril”, nació el año 1899 en MontejaqueMálaga, Lideró la guerrilla del sur de Andalucía en los años cuarenta, desde las Sierras de Ronda y Grazalema, hasta el Campo de Gibraltar. Se marcha a la mili obligatoria en febrero de 1921 y es enviado a la guerra de Marruecos poco antes del desastre de Annual. En África aprende el manejo de las armas y es ascendido a cabo primero y posteriormente a sargento en la reserva, cuando se licencia en 1924. Bernabé vuelve condecorado a su pueblo y se casa.
En plena dictadura de Primo de Rivera, Bernabé ingresa en la guardia civil, cuerpo militar que había sido recientemente reformado y dotado de más medios. Se integra en el cuerpo como guardia 2º de caballería. Barcelona, la provincia de Sevilla y Antequera (Málaga) fueron destinos donde ejerció de guardia, y es este último destino lo que le supuso permanecer en zona republicana.
Al comienzo de la guerra civil su compañía se mantiene fiel al gobierno de la república, y es nombrado por sus mandos, enlace entre las fuerzas de la república y la alcaldía de Antequera. Bernabé se afilia a la CNT en los tempranos días de la contienda, algo que como ahora, no era posible estando dentro de la guardia civil.
Málaga cae a principios de 1937, y Bernabé se integra en el ejército y junto a sus hermanos, mujeres e hijos, parte hacia el frente de Teruel. La mujer y los hijos se establecen en Honrubia (Cuenca).
Es ascendido a comandante y en junio de 1938, se encuentra en el frente de Madrid, en la zona de Guadalajara, mandando el batallón de ametralladoras Nº 17, de la 70 brigada, de mayoría anarquista y encuadrada en la 14 división de Cipriano Mera.
El golpe de estado de Casado, llevará a Bernabé a liderar la 70 brigada, pues Mera apoya el golpe y Bernabé era uno de sus hombres de confianza. A pesar del éxito del golpe para anular el poder de Negrín y los comunistas, la paz no es negociada y se rinden. Bernabé disuelve la 70 brigada y abandona Madrid.
No se exilia como muchos combatientes republicanos y se marcha a Honrubia con su familia, donde se presenta a las nuevas autoridades. La prisión, un juicio y la expulsión de la guardia civil es lo que encontró en los siguientes años.
Recupera la libertad y vuelve a Montejaque, pero una denuncia de un falangista hace que se curse orden de busca y captura contra él. Un aviso antes de que fueran a por él hizo que Bernabé no se lo pensase y huyó de su casa. No estaba dispuesto a volver a la cárcel por delitos inexistentes.
La guardia civil localiza su emplazamiento y en un enfrentamiento en el monte logran herirle. Bernabé consigue huir y su hijo mayor decide acompañarle para no tener que entrar en el ejército para hacer el servicio militar obligatorio. La serranía de Ronda acoge a partidas dispersas de guerrilleros. Bernabé contacta con ellos.
La financiación de la guerrilla era necesaria y los terratenientes y propietarios son secuestrados para cobrar rápidos rescates que ayudan al mantenimiento de las partidas. Los sabotajes se suceden así como la propaganda guerrillera a los campesinos, que a la postre, era lo que se buscaba para captarlos como enlaces. La ansiada intervención de los aliados, hizo que en el año 1945 se creara la Junta Nacional de Guerrilleros Antifascistas, sector sur con integrantes sin distinción ideológica. En el 1946 Se constituye la Alianza de Fuerzas Democráticas, bajo el mando de Bernabé, donde ya es conocido como “Comandante Abril”.
Bernabé intentó aglutinar combatientes por encima de diferencias políticas, logrando una gran cohesión entre sus hombres, pero sus ideas libertarias no cuadraban con la línea a seguir de otro dirigente guerrillero del PCE, Pablo Pérez Hidalgo. Las diferencias entre ambos hicieron que se dividieran las fuerzas. Bernabé y sus hombres se instalaron en la zona de Cádiz, Pablo y los suyos fueron a la parte malagueña.
En 1947 el Decreto Ley de Bandidaje y Terrorismo instaura la consigna de la “Ley de fugas”, agravando la lucha contra la guerrilla y sus apoyos. La guardia civil tenía las manos libres para ajusticiar “in situ” a cualquier sospechoso de apoyar a la guerrilla, y por supuesto, a los propios guerrilleros. También se crearon las famosas contrapartidas, que consistían en grupos de guardias civiles simulando ser guerrilleros, portando armamento e indumentaria similares a los de la sierra. Su misión era el desenmascaramiento de los enlaces y desprestigio de los verdaderos guerrilleros al efectuar acciones impopulares entre la población.
En 1949 se crea la Agrupación Fermín Galán, aglutinando a las partidas de la zona. Bernabé es elegido jefe de la Agrupación y Pablo Pérez Hidalgo jefe del Estado Mayor. El campamento estable de la recién creada Agrupación se encontraba en la zona de Medina Sidonia.
Francisco Fernández Cornejo “Largo Mayo”, abandonó el campamento supuestamente en busca de suministros, pero desertó y se presentó en el cuartel de la guardia civil buscando la promesa de indulto si delataba a sus compañeros. “Largo Mayo” fue vestido de guardia civil, y en compañía de estos, guio a las fuerzas hasta el campamento de Bernabé.
Se esperó hasta el amanecer después de rodear el campamento donde pernoctaban seis guerrilleros. Las bombas de mano y los disparos de los veinte guardias mataron en el primer ataque a Juan Ruiz Huercano, “Capitán” e hirieron a Bernabé quien cubrió la retirada de los supervivientes, incluido su hijo, y aguantó hasta que acabaron con su vida. Veintitrés impactos de balas tenía en su cuerpo cuando lo encontraron. Cargaron en un mulo los cuerpos de los dos guerrilleros muertos y a la vista de todo el pueblo, los arrojaron en una fosa del cementerio de Medina Sidonia.
Memoria histórica CNT Málaga