martes, 25 de abril de 2017

EE.UU. es "el estado terrorista número uno del mundo"



Estados Unidos es "el estado terrorista número uno" si se tienen en cuenta sus mortíferas operaciones dirigidas por la CIA en países como Nicaragua y Cuba, denuncia el historiador y filósofo social Noam Chomsky en un nuevo artículo de opinión.

En un artículo publicado en Truthout.org, Chomsky se refiere a una revisión hecha por la CIA sobre sus operaciones encubiertas recientes para determinar su efectividad, a raíz de la cual la Casa Blanca concluyó que, por desgracia, los éxitos son tan escasos que es necesario reconsiderar esa política, en especial la de armar a insurgentes en todo el mundo, algo que -recuerda el filósofo- han practicado en sus 67 años de historia. 

La CIA llevó a cabo su análisis de eficacia, mientras la administración de Obama contemplaba la posibilidad de armar a los rebeldes que luchan contra las fuerzas del presidente Bashar al Assad en Siria. 

'The New York Times' fue el primero en destapar la historia, que publicó bajo el título 'Estudio de la CIA sobre la ayuda encubierta aviva el escepticismo acerca de ayudar a los rebeldes sirios', a raíz de lo cual Chomsky sugiere su propio titular que, según él, debería haber sido: 'Ya es oficial: Estados Unidos es el principal estado terrorista del mundo, y está orgulloso de serlo'.

El profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por las iniciales en inglés, Massachusetts Institute of Technology), pasa a continuación a detallar algunos de los casos evaluados en la revisión de la CIA, explicando por qué queda demostrado que EE.UU. es "el campeón del mundo en la generación de terror", y está empeñado en contraponer su oposición en todo el mundo. 

Ya es oficial: Estados Unidos es el principal estado terrorista del mundo, y está orgulloso de serlo

"El primer párrafo del artículo de 'The New York Times' cita tres de los ejemplos principales de 'ayuda encubierta': Angola, Nicaragua y Cuba. De hecho, cada caso fue una operación terrorista llevada a cabo por EE.UU.", asegura Chomsky. 

El catedrático agrega que EE.UU. apoyó en la década de los 80 la era del apartheid en Sudáfrica, que invadió Angola para protegerse "de uno de los grupos terroristas más notorios del mundo", según Washington: El Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela.

"Washington se unió a Sudáfrica para dar apoyo crucial al ejército terrorista Unita de Jonas Savimbi en Angola. Continuó haciéndolo incluso después de que Savimbi sufrió una rotunda derrota en una elección libre y cuidadosamente vigilada", escribe Chomsky. "Las consecuencias fueron horrendas. Una investigación de la ONU en 1989 estimó que las depredaciones sudafricanas provocaron 1,5 millones de muertes en países vecinos, sin mencionar lo que ocurría en Sudáfrica misma", añade.

La campaña asesina contra Cuba
Chomsky también menciona la "campaña asesina y destructiva" durante varias décadas de EE.UU. contra Cuba, incluyendo la fracasada invasión de Playa Girón y un embargo severo que continúa hasta nuestros días. 

"El número de víctimas de la larga guerra terrorista fue amplificado por un embargo destructor que continúa aún hoy desafiando al mundo. El 28 de octubre, la ONU, por 23ª vez, respaldó 'la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial, financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba'", escribe.  

Chomsky concluye su artículo refiriéndose a "la mayor campaña terrorista del orbe: el proyecto global de asesinato de terroristas lanzado por Obama", y afirmando que "el impacto generador de resentimiento de esos ataques con drones y con fuerzas especiales debe de ser bastante conocido para requerir mayor comentario".

"Todo esto constituye un registro que hay que contemplar con cierto horror", sentencia.
  


lunes, 17 de abril de 2017

Conozca los bancos españoles que financian la industria militar



Los bancos más importantes de España invierten en los principales productores de armas, cuyos armamentos se usan en las crisis de Siria e Irak, entre otras.
Un reciente informe elaborado por el Centre Delàs d'Estudis per la Pau refleja que en un mundo en el que las guerras están al orden del día fabricar armas es un negocio lucrativo y, existiendo conflictos abiertos en Siria, Irak, la Franja de Gaza, Ucrania, Yemen, Libia, Sudán, Somalia o la guerra contra el narcotráfico en México, necesitan abastecimiento continuo de armamento.
La fabricación de armas es legal y solo en unos pocos casos, como las bombas de racimo, las químicas o biológicas, son consideradas inaceptables, al ser imposible argumentar en contra de que su uso afecta tanto a civiles como a combatientes. El resto, incluidas las nucleares, son perfectamente legales. 
Los bancos, aseguradoras y empresas de inversión españolas han dedicado entre 2011 y 2015 casi 5900 millones de euros al sector de las armas”, revela el investigador del Centre Delàs d'Estudis per la Pau, Jordi Calvo.
España, desde hace años, es considerada como el séptimo país exportador de armas a nivel mundial, solo por detrás de los grandes fabricantes como EE.UU., Rusia, China y las potencias militares europeas, Alemania, Francia y el Reino Unido. 
Así pues con el axioma de que fabricar y exportar armas es legal, y financiarlas también lo es, las grandes entidades bancarias españolas participan en el negocio del armamento, lideradas por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) y el Santander.
“Los bancos, aseguradoras y empresas de inversión españolas han dedicado entre 2011 y 2015 casi 5900 millones de euros al sector de las armas”, revela el investigador del Centre Delàs d'Estudis per la Pau, Jordi Calvo.
Calvo, autor del informe Los bancos que invierten en armas, advierte de que las entidades financieras españolas han apostado claramente por el negocio del armamento. Aprovechando el reciente crecimiento de España como exportadora en el mundo, cuya economía está recuperándose de una fuerte crisis sufrida durante los últimos años.
El autor del estudio recalca que en este sentido, los bancos españoles se están “poniéndo a la altura de los mayores inversores de la industria armamentística del mundo”.

El estudio del Centre Delàs también señala a las empresas Airbus y Boeing (aeronaves militares), Maxam (explosivos), Navantia (buques), Finmeccanica (aeroespacial) o General Dynamics (propietaria de la española Santa Bárbara Sistemas) como las principales destinatarias de las inversiones de entidades internacionales.
“BBVA, Santander, Deutsche Bank, Citibank e ING son los más importantes financiadores de armas, seguidos en un segundo nivel de importancia por Banca March, Bankia, Caixabank, Banco Popular, Banco Sabadell y Bankinter”, subraya el estudio.
Por otro lado, Amnistía Internacional (AI) ha exhortado en varias ocasiones a gobiernos y entidades sobre la importancia de cerrar el grifo de la financiación. Al menos si están interesados en evitar “violaciones graves de derechos humanos y crímenes de derecho internacional” como las que ocurren casi a diario en Yemen Siria o Irak.
krd/anz/hnb/msf


lunes, 10 de abril de 2017

Mantener la mentira de Semana Santa.



(Un amigo me ha pasado esto y los he visto muy apropiado para estas fechas).

Pienso que es una manera más de controlar con poder las almas de los fieles, que no son fieles en su mayoría sino supersticiosos.

Durante estos días celebramos la Semana Santa y con ella la salida a las calles de las procesiones cargadas de imágenes, incienso, oro y plata. En mi ciudad, hasta en las marquesinas de las paradas de autobuses aparecen los itinerarios, para que mientras esperas, puedas informarte. Han sacado programas de ordenador para que si estás viendo una, sepas por dónde va la otra.
Unos dirán que creen en ellas, en esas imágenes. Otros, que no están tan mal, que con su idolatría no hacen daño a nadie, que se trata de una semana al año, nada más, sin pararse a pensar en el daño que se causan a sí mismos.
Algunos, los más listos, los que lideran de una u otra forma, a sabiendas del error que cometen, prefieren mantener engañada a la gran masa que a su paso les besa la mano y les colocan bajo sus pies alfombras rojas para que no se ensucien la suelas de sus zapatos, pues lo mismo que existe la idolatría a las imágenes muertas, existe también la que se le profesa a los vivos.
Entre ellos, entre los ilustrados, están los estudiosos que conocen la verdad del evangelio y se la quedan. Piensan que la mayoría del pueblo no la entendería, o simplemente temen que la plebe se les eche encima al quitarles el placebo de la adoración a las figuras.
Mienten por misericordia, eso dicen, mantienen la mentira por piedad. ¿Con qué autoridad? ¿Cómo pueden vivir así? Y ¿cómo pueden dormir?, me pregunto.
Pienso que es una manera más de controlar con poder las almas de los fieles, que no son fieles en su mayoría sino supersticiosos. Lo sé porque durante años permanecí entre sus redes sin conseguir que contestaran mis preguntas, mis dudas de fe. No me cuadraba lo que decía en la Biblia con lo que enseñaban. No conseguí que me guiaran hacia la verdad que trajo Jesús para nosotros, y cuando un rayo de Luz llegó a mi vida, me expulsaron de entre ellos. Quieren gente dócil que se conforme sin emprender la búsqueda.
En vez de enseñar a los suyos, los conservan en la ignorancia.
En vez de abrir caminos, los cierran porque conviene que así sea.
Resulta doloroso ver la sumisión de los que tienen fe, o seudofe, o ateismo camuflado, dejándose guiar hacia la nada, hacia el precipicio desde donde sólo se observa la oscuridad, disfrazada con luces artificiales. Es penosa esa entrega férrea al liderazgo para dejarse guiar, para no tener que tomar decisiones y evitar, según creen, su propia responsabilidad.
Los guías escriben libros para los supuestamente ilustrados, sabiendo que los seguidores de a pie no los leerán, así no perderán súbditos.
Profundizan en sus conocimientos, saben que no están obligados a compartir lo que aprenden. Comen sabiduría y no la distribuyen a pesar del raquitismo espiritual que tienen ante sus pies.
Son grandes mentirosos. Líderes de la fe, las supersticiones, las fiestas de imágenes, alcohol y espectáculos.
Apaciguan con palabras conformistas. Su lenguaje, el tono de sus voces es estudiado, agradable al oído. Se otorgan el poder de perdonar pecados y de salvar. Salvar aunque el condenado lleve años fallecido como ocurre en las celebraciones de las misas de difuntos. Hasta encomiendan países a la madre de Jesús, quizás presuponen que el Salvador del mundo esté demasiado ocupado para encargarse él mismo del asunto.


viernes, 7 de abril de 2017

¿Quién y por qué creó la Guardia de Asalto en la II República?



La II República comenzó con graves problemas de orden público como huelgas o quema de iglesias. Para dar respuesta, el Gobierno se planteó la creación de una policía preparada para intervenir en la ciudad y no utilizar así la Guardia Civil, más apropiada para las zonas agrarias. Fue la Guardia de Asalto, germen de la futura Policía Nacional que nació tras la Guerra Civil con la denominación de Policía Armada.
El encargado de crear el nuevo cuerpo fue Miguel Maura, entonces ministro de Gobernación del primer gobierno de la República previo a la aprobación de la Constitución de 1931. Según él mismo cuenta en sus memorias ‘Así cayó Alfonso XIII…‘, los sucesos del 11 y 12 de mayo de 1931 (la quema de iglesias y conventos) hizo evidente la imposibilidad de guardar el orden público con la Guardia Civil.
Los guardias civiles no tenían el armamento adecuado. Sólo contaban con un fusil mauser. Su uniforme, su rígida disciplina les hacía difícil adaptarse a la lucha callejera por lo que cada vez que se les ocurrió intervenir el número de bajas era muy elevado. Aplicaban el reglamento: tres tiros de atención y a partir de ahí fuego a discreción. Las carnicerías eran frecuentes.
Ante ello, Maura junto a Antonio Galarza plantearon la creación de un cuerpo de policía armada al que desde el principio se le acordó llamar Guardia de Asalto. El encargado de organizarla fue el teniente coronel Muñoz Grandes, que siguió a su frente hasta 1935, una década después mandaría la División Azul y luego sería ministro de la Guerra durante la dictadura.
En menos de tres meses la estructura del nuevo cuerpo estaba listo. Una tropa uniformada, seleccionada y disciplinada. Su reglamento era muy rígido, no sólo en cuestiones de disciplina, sino también en las condiciones requeridas para el ingreso. Algunos de estos requisitos recuerdan a los demandados para cuerpos paramilitares comunes en la época en otros países europeos.

Así, el guardia de asalto tenía que medir al menos un metro y ochenta centímetros con una constitución física “excepcional”, en palabras de Maura. El candidato con la menor tara física “era rechazado sin piedad”. Su entrenamiento era intensivo. La organización de cuarteles, uniformes, armamento, material rodado y demás fue improvisado. Maura no tiene más que palabras de alabanza para la tarea de Muñoz Grandes, quien apenas unos años después dio un giro ideológico llamativo. En este sentido, hay quien le reprocha su tardanza a unirse al alzamiento del 18 de julio de 1936.
El resultado fue que la labor de creación se inició a fines de mayo y el 14 de octubre el cuerpo contaba ya con 800 miembros preparados para la acción, armados con porras y pistolas como armamento normal con material móvil que permitía acudir con rapidez a los puntos en los que se presentara una crisis. 
Durante el golpe de estado su fidelidad y actuación fue fundamental en muchos sitios para que fracasase. No obstante, la Guardia de Asalto fue fusionado, por decreto del 27 de diciembre de 1936 con la Guardia Nacional Republicana para formar el nuevo Cuerpo de Seguridad Interior, aunque éste siguió manteniendo unas unidades de asalto y vanguardia que actuaron en operaciones militares.
Durante el alzamiento militar, el bloque de la Guardia de Asalto permaneció fiel al Gobierno de la República aunque guarniciones como las de Zaragoza y Valladolid, donde triunfó el golpe, también se sublevaron.

Mientras duró la guerra, estos guardia se distinguieron como una infantería fiable a la que la República siempre confiaba operaciones delicadas, como la supresión de los sucesos de Barcelona de mayo de 1937 (la purga de los anarquistas y trostkistas) o la toma de Belchite. Con el tiempo se convirtió en la élite del nuevo ejército republicano. 
El golpe de gracia fue contemporáneo al final de la guerra. Franco disolvió el Cuerpo de Seguridad Interior en marzo de 1940. Al mismo tiempo hizo desaparecer el Cuerpo de Carabineros integrándolo en la Guardia Civil. Los pocos miembros de la Guardia de Asalto que superaron los expedientes de depuración se integraron en la recién creada Policía Armada.



domingo, 2 de abril de 2017

El poeta anarquista que inventó el futbolito



Madrid, 1936. Alejandro Campos Ramírez (1919-2007), un joven gallego oriundo de un pueblo llamado Finisterre -del latín finis terrae, el fin de la tierra- deambula por las calles de la ciudad y presiente que sus deseos tal vez estén a punto de cumplirse. Alguna vez soñó con ser un gran arquitecto y sólo llegó a trabajar de albañil, pero su verdadera vocación es la poesía. Consigue un empleo que lo hace feliz y de alguna manera lo acerca a ese universo bohemio de los artistas que admira: cadete en una imprenta. Se considera un idealista práctico, un anarquista pacífico que aspira vivir, algún día, en un mundo en el que los hombres no necesiten ser gobernados por ninguna autoridad. En esa ensoñación se solazaba, cuando estalló en España la Guerra Civil.

Una bomba cayó sobre la casa en que vivía y quedó atrapado bajo los escombros. Malherido, fue traslado a un hospital en el que convaleció, cojo y con problemas respiratorios, durante un largo tiempo. Allí fueron llegando refugiados de guerra, mujeres y muchos niños mutilados que hicieron que su sensibilidad de poeta se activara. Años más tarde, en 2004, le contó a un periodista del diario La Vanguardia de Barcelona el episodio de su vida por el cual hoy lo recordamos..

“Era el año 1937. Me gustaba el fútbol, pero yo estaba cojo y no podía jugar… Y, sobre todo, me dolía ver a aquellos niños cojitos, tan tristes porque no podían jugar al balón con los otros niños… Y pensé: si existe el tenis de mesa, ¡también puede existir el fútbol de mesa! Conseguí unas barras de acero y un carpintero vasco refugiado allí, Javier Altuna, me torneó los muñecos en madera. La caja de la mesa la hizo con madera de pino, creo, y la pelota con buen corcho catalán, aglomerado. Eso permitía buen control de la bola, detenerla, imprimir efectos…”

Con todo acierto, el periodista catalán Víctor Amela observó que inventar un juego que logre neutralizar por un momento la ignominia de la guerra es como componer un poema con espacio y tiempo.

No fue el futbolito - futbolín lo llaman en España, metegol en Argentina-  la única invención sensible del poeta: en una ocasión, enamorado de una pianista, pergeñó para ella un artefacto que permitía pasar las pentagramadas hojas de las partituras con sólo accionar un pedal.

Al finalizar la guerra, huyendo del franquismo, Alejandro se exilia en Francia. Más tarde sufre cuatro años de cautiverio en Marruecos y una vez liberado emprende su aventura americana y cruza el Atlántico. En Ecuador funda una revista de “poesía universal”. Vive un tiempo en Guatemala, donde perfecciona su futbolín y dobla la apuesta con un baloncesto de mesa, sin gran suceso. En México participa de la intensa actividad intelectual de la ciudad capital, se encuentra con su referente, el poeta español León Felipe, y se convierte en su albacea. Regresa a España en los años setenta. Ya es un exitoso editor y se hace llamar Alejandro Finisterre, fin de la tierra, principio de su vida.

Siempre le restó importancia al hecho de haber sido el creador del mundialmente difundido juego: “Bah…, de no inventarlo yo, lo hubiese inventado otro…” Consideraba -como Jean Cocteau- que “La poesía siempre es necesaria, no sé para qué, pero es necesaria”.

Murió en 2007, cuando los niños del mundo ya reemplazaban su invento por la Play. El poeta lo celebraba. “Yo creo en el progreso: hay un impulso humano hacia la felicidad, la paz, la justicia y el amor, ¡y ese mundo un día llegará!”

Nosotros, que junto a tantas otras generaciones fuimos beneficiarios directos de ese espléndido juego del futbolito, fruto de la imaginación y la sensibilidad de aquel poeta, deberíamos prometer en su homenaje cada vez que juguemos, respetar y hacer respetar por siempre aquella regla -que más que regla es una obligación moral- de que no vale molinete.